control de hábitos tóxicos

Se entiende por hábitos tóxicos a las conductas adquiridas por los pacientes durante el transcurso de su vida con las que mantienen una relación de dependencia y que en la mayoría de los casos son perjudiciales para su salud. Entre las más conocidas se destacan: el tabaquismo, el alcoholismo y el consumo de drogas sociales.

Modificar estas conductas una vez adquiridas no es tarea fácil, especialmente cuando se trata de hábitos tóxicos y en muchos casos sobrepasa la preparación de los odontólogos. Solamente por medio de la explicación de su negativa influencia en los tejidos bucales, se pueden sensibilizar a los pacientes de la importancia de su eliminación.  

Sobre el tabaquismo

Los estudios realizados sobre tabaquismo y enfermedades bucales han demostrado la existencia de una relación directa de causa y efecto entre ambas. Con el consumo de tabaco se producen cambios en el color del esmalte por deposición de  sustancias, en particular, de la nicotina, deposición que se caracteriza por un color marrón. La nicotina provoca, en primer lugar, una disminución de la belleza propia del tejido dentario, pero también, -y es lo más importante-, provoca cambios en la superfice dentaria, de lisa a rugosa, facilitando la acumulación de la dañina PDB, con las consecuencias negativas asociadas a ésta última. También se modifica la respuesta de los tejidos periodontales frente al consumo de tabaco. Esta modificación tiene dos causas, una sistémica y otra local. Con la entrada de la nicotina al torrente sanguíneo se produce una vasoconstricción periférica en la micro circulación gingival que reduce el aporte de oxígeno a las  células y sustancias relacionadas con la respuesta inflamatoria gingival. Localmente, el humo del tabaco, cuyo contenido está lleno de componentes en forma de partículas (nicotina) y en forma de gases (acroleína, ácido cianhídrico y crotón aldehído), produce una disminución de la inmunidad celular, modificando el equilibrio normal entre los mecanismos de defensa del huésped y la capacidad destructiva de las bacterias, favoreciendo de este modo, el inicio y la progresión de la destrucción periodontal. Por último, es importante recordar que la nicotina es capaz de modificar la síntesis de sustancias como el colágeno, el fibroblasto y la secreción de proteínas que son las encargadas de la reparación de los tejidos periodontales.

Es importante recordar que según los estudios realizados por la comunidad científica, se ha demostrado que el 90% de los pacientes que padecen de cáncer bucal consumen (o han consumido) tabaco, pues éste suele dañar las células que recubren la cavidad oral y la orofaringe, causando que las células anormales crezcan más rápidamente. Según la Sociedad Americana del Cáncer, se cree que los productos químicos del tabaco que dañan el ADN están vinculados al riesgo elevado de padecer cáncer oral.

Sobre el alcoholismo y el consumo de drogas sociales

Es de todos conocido que el alcoholismo y el uso de drogas sociales son un flagelo que golpea a la sociedad moderna, cuyas consecuencias son impredecibles, pero que casi siempre las personas que las consumen terminan destruyendo su vida y las de su familiares más cercanos. Para poder iniciar una proceso de sanación y erradicación, el primer paso que debe dar el paciente es reconocer personalmente su padecimiento, que entienda que es una enfermedad y que necesita ayuda profesional. A nivel social nunca serán pocas las campañas que se realicen, especialmente aquellas que enfatizan en las consecuencias desastrosas para el individuo, su familia y la sociedad en que vive.

En odontología, el alcoholismo es el responsable de la mayoría de los casos de pacientes que padecen cáncer oral (entre el 75 y el 80% de los casos). Se ha descubierto que el alcohol aumenta la penetración de los productos químicos que dañan el ADN en el revestimiento de la cavidad oral y la orofaringe.

El consumo de drogas sociales merecería un espacio aparte por las fatales consecuencias que ocasiona en las vidas de quienes padecen su consumo, especialente por la sensación de mutilación y frustración tanto del individuo que las consume, como de quienes lo tratan, pues suelen perder el control de su vida, solamente pensando en satisfacer su consumo y llegando, peligrosamente, a una situación de no retorno. La odontología puede ayudar en la identificación de los pacientes y de este modo, ayudar en su recuperación. Una de las formas en que los odontólogos pueden detectar a pacientes consumidores de forma precoz es diagnosticando un bruxismo que no responde a tratamientos, por lo que en estos casos se recomienda realizar un estudio a profundidad del caso puntual para proporcionar ayuda profesional en los estadios tempranos de la enfermedad. Lamentablemente, los pacientes con hábitos de consumo de drogas suelen ser maestros en esconder su adicción.

En Dental Plus Uruguay se reciben y se tratan todo tipo de pacientes, sin discriminación de ningún tipo, especialmente aquellos que no son conscientes del daño que le ocasionan al aparato estomatognático mediante el consumo indiscriminado de sustancias tóxicas como el tabaco, el alcohol y las drogas sociales.
consuma con responsabilidad, evite los excesos

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