topicación con flúor

El flúor es el agente preventivo de caries más estudiado desde la década del 40 del pasado siglo. Como razgo distintivo dentro de los elementos químicos, el flúor nunca se encuentra en estado libre en la naturaleza debido a su alta electronegatividad. Es justamente esta característica la que le confiere una utilidad en odontología mediante la aplicación tópica sobre el tejido dentario, gracias a la cual se logran varias cosas, entre las cuales se destacan que las paredes del esmalte se tornan más electronegativas, dificultando la adhesión de los microorganismos; se reduce marcadamente la formación de los estreptococos mutans que son de los principales microorganismos que se encuentran en la PDB; y disminuye la desmineralización y al mismo tiempo facilita la remineralización de los tejidos dentarios.

Existen varias formas de incorporar el flúor al organismo. De forma tópica, por ejemplo, a través de los dentríficos, las soluciones para enjuagues, los barnices, los geles y los chicles y de forma sistémica, mediante el agua fluorada y la sal fluorada. Clínicamente, se recomienda realizar una aplicación tópica de flúor por lo menos cada seis meses, ya sea utilizando gel o barniz. También resulta muy aconsejable obtenerlo a través de la dieta, aunque los alimentos que contienen flúor poseen muy baja proporción de este elemento. Los alimentos que contienen es el té, la espinaca, la cebada, el trigo, el maíz, el arroz, la soja, los porotos, la uva, la manzana, la papa, los espárragos, el tomate, el rábano y el pescado.

En Dental Plus Uruguay es una práctica habitual aplicarle una laca de flúor en los dientes a cada paciente atendido, después de realizada la profilaxis, siguiendo lo establecido por la Cátedra de Odonotopediatría de la Facultad de Odontología de la UDELAR, garantizando que no exista una sobre dósis de flúor en los pacientes y de este modo evitar su toxicidad, que suele manifestarse en forma de vómitos, náuseas y dolor abdominal.
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